El torero como ser libre

- en Toros
Corrida de toros Salamanca 11 septiembre 187

La patria del torero debería ser siempre la libertad. Esa meta, con la que Quijote salió a recorrer mundo, impregna cada rincón táurico del alma del toreo.

Don Quijote era un defensor a ultranza de sus ideas y de su valor como ser único, dos de los supuestos que sustentaron las bases del Romanticismo puro. En dicho movimiento, aparecen las raíces más profundas de la idiosincrasia del torero. Si tuviéramos que definir su personalidad, acudiríamos a muchas de las características de un personaje decimonónico, pero, por encima de todas, estarían la búsqueda de la libertad y ser dueños de su destino.

El torero escoge su forma de enfrentarse a la eternidad: creando y dando valor a su estética. Asume que lo sublime forma parte de su mundo interior y despierta algo remoto, en el espectador de su obra, que solamente él es capaz de alcanzar.

Al personaje del siglo XIX y al torero les persigue un halo de misterio, un misterio difícil de explicar desde una perspectiva racional, puesto que se lucha contra la objetivad del siglo XVIII, tan delimitado por presupuestos lógicos. Nuestros personajes son entes que se mueven por las emociones y las ponen al servicio del arte; se sienten conmovidos por el miedo para poder escapar de la calma y la tranquilidad.

Por lo tanto, en este contexto de sentimientos, encontramos el lugar perfecto para cualquier genio creador que persigue el ideal de belleza como modo de vida. Un paraíso para la creatividad donde el “yo” se enfrenta al misterio de la obra imperfecta que va a conseguir avivar las pulsiones más recónditas en el colectivo. Aquí, justo aquí, nace el Arte.

Y ahora, sueñen con ser libres.

Autor

Equipo de redacción de NOTICIAS Salamanca. Tu diario online. Actualizado las 24 horas del día. Las últimas noticias y novedades de Salamanca y provincia.