Frágil es tu cálida mirada,
penetrante como tus ojos color miel.
Unas suaves caricias anheladas,
recorriendo fieles mi ser cruel.
De mi ensoñación nunca te vayas,
dulces sueños siempre van a ser.
Enamorado vivo de ti en silencio,
de tus bellas curvas de mujer.
Tantas veces soñando te poseo,
que la cuenta he llegado a perder.
En el sutil mundo de mi deseo,
cada noche te hago enloquecer.
Te beso siempre a diario reflexivo,
desnudo tu cuerpo sin querer.
Tus labios son mi ardiente locura,
siendo los dueños de mi amanecer.
Dulces sueños cada noche he vivido,
envolviéndome callado en tu piel.
Tus senos rozando mi pecho,
hoy quiero volver a estremecer.