Es Torrente Ballester,
escritor, no menester.
Palabras perdidas en el tiempo,
impregnadas en mi ser.
Fue gallego y salmantino,
literato de adopción.
Salamanca y sus recuerdos,
por él sienten devoción.
Es Torrente Ballester,
nuestro orgullo, sin querer.
Te esculpieron en estatuas,
tu esencia hizo merecer.
Varios premios te otorgaron,
aún logras estremecer.
A muchos de tus alumnos,
llegándose a enternecer.
Es Torrente Ballester,
leerte es un placer.
Profesor de bellas letras,
Salamanca es tu querer.