El poder.
El poder de la palabra.
El poder del silencio.
El poder de una mirada.
El poder del dinero.
El poder del látigo que no tiene que ser tal.
El poder que se ejerce sobre la persona considerada inferior, vulnerable, una mera cosa manejable.
El poder del miedo.
El poder de la culpa.
El poder de la vergüenza.
El poder de la edad. Este poder es totalmente distinto al respeto que se debe tener a las personas.
“Y sigo viva… a pesar de ti” es un canto a la ruptura de ese poder que un desalmado ejerce sobre una niña.
Es el canto a la resiliencia que se consigue a través de la escritura como terapia.
Porque escribir nos ayuda a recomponernos; nos permite poner en orden las ideas y los sentimientos.
Esos sentimientos que cuando somos niñas no nos enseñan a identificar, a gestionar.
Hablan de educación emocional, de inteligencia emocional, pero seguimos siendo unas zotes en cuanto a expresar nuestras emociones; consiguiendo, en ocasiones, que se creen auténticos malentendidos y suframos más de la cuenta.
“Y sigo viva… a pesar de ti” es un canto a la libertad, a la liberación de esas ataduras internas que nos crean nudos que somos incapaces de desatar. Ataduras que evolucionan con nosotras y que nos ponen trabas.
La escritura nos aclara, nos quita, si sabemos hacerlo, ese velo que no nos deja ver con claridad y que alguien nos puso sin preguntar, porque consideraba que tenía el poder suficiente sobre nosotras para hacerlo sin que rechistáramos, porque éramos vulnerables, inocentes, ingenuas y no creíamos que alguien con “ese poder” nos pudiera hacer daño.
“Y sigo viva… a pesar de ti” es la muestra de que cuando empezamos a querernos, las ataduras se van rompiendo y nos liberamos de esa cárcel invisible en la que nos habían encerrado.
“Y sigo viva… a pesar de ti” es la muestra de que, con constancia, trabajo, perseverancia, somos capaces de recomponer nuestras piezas, sanar nuestras heridas y aprender a vivir con las cicatrices, que pueden doler en algún momento, pero que seremos capaces de calmar porque ya tenemos el ungüento necesario para lograrlo.
“Y sigo viva… a pesar de ti” es un libro de poemas donde se muestra ese trabajo propio de recomposición, de evolución y de sanación a través de la terapia de la poesía.
El libro de poemas de Mireia Sánchez, “Y sigo viva… a pesar de ti”, ilustrado por Clara Lurueña, se puede comprar en: https://www.todostuslibros.com/libros/y-sigo-viva-a-pesar-de-ti_978-84-09-16660-2
