Situada en el cruce entre la calle Miñagustín y la calle Consuelo encontramos la Torre del Clavero. Data del siglo XV y dicen que se construyó como parte del Palacio de Don Francisco de Sotomayor quien era clavero Mayor, de ahí el nombre por el que se conoce a este singular edificio.
Este edificio es uno de los más conocidos y típicos de la ciudad de Salamanca y fue declarado monumento nacional el 3 de junio de 1931. Junto con la Torre del Aire, constituyen lo mejor de las fortificaciones urbanas construidas por la nobleza salmantina a lo largo del siglo XV.
La Torre, de estilo gótico alcanza los 28 metros de altura y posee una planta cuadrada que adquiere forma octogonal y acaba en grandes garitones. Estás están decoradas con los escudos de los Sotomayor y los de Anaya lo cual hace dudar de quién realmente da la orden de construcción.
Con tono militar y defensivo, la Torre carece de cualquier naturaleza bélica, pues su función militar siempre fue nula y se trata más de una forma estética. Hay que destacar también, que es posible que dada su belleza se salvase de la destrucción ordenada por los Reyes Católicos de derribar todas las fortificaciones de la ciudad, para apaciguar a la violenta nobleza de la época.
Como curiosidad apuntar que vista desde arriba parece tener la forma del botón típico salmantino llamado charro. Existen varias leyendas en torno a la Torre del Clavero y una de las más conocidas es la que cuenta la historia de un fantasma negro. Narran que el fantasma salía entre la noche para asesinar a los caballeros del bando de Doña María la Brava, una de las familias nobles de la época enemiga de los propietarios de la fortificación.
Otra de las historias más conocidas fue la que relata los sucesos de dos enamorados. Leonor, hija del dueño de la torre y Ramino, heredero del señor de las Cuatro Torres familias enfrentadas desde hacía años. Los amanten habían planeado una huida, Leonor lanza por una de las ventanas de Torre un cordón de seda que Ramino sujetó ayudando así a bajar a su amada.
La boda iba a tener lugar en el palacio de las Cuatro Torres, y cuando iba a celebrarse el banquete comienzan a oírse ruidos de armaduras. Sancho, padre de Leonor buscando venganza acaba con la vida de su hija, pues prefiere verla muerta que casada con la familia enemiga. Ramiro, en un intento de enfrentarse con su suegro acaba muriendo también. Tras estos acontecimientos las dos familias deciden poner fin y entablar una batalla al día siguiente en la Plaza del Corrillo. Antes de que se tomen las armas, una procesión interrumpe el combate procedente de la iglesia de San Adrián, donde se preparaba el entierro de Leonor, y de la iglesia de Santa Eulalia, que preparaba el enterramiento de Ramiro. Fray Juan de Sahagún comienza entonces un discurso que conmueve a los caballeros y tras años de lucha se pone fin a años de enfrentamientos.
Restauración
En 1771 el Ayuntamiento se ve obligado a intervenir porque la torre se encontraba en muy mal estado y se realizan obras de restauración. En ese año la torre pertenecía a don García Golfín del Águila. Hasta hace pocos años, durante un corto espacio de tiempo, fue la sede del Museo Municipal, abierto al público el 17 de enero de 1980. Será en 1943 cuando un descendiente del marqués de Santa Marta, Alfonso Pérez de Guzmán ceda al Ayuntamiento la Torre del Clavero.