- La rehabilitación del convento de Las Úrsulas sigue progresando para su acondicionamiento como hotel
Continúan las obras en el convento de Las Úrsulas para su conversión para uso turístico. El edifico está siendo sometido a restauración debido a las malas condiciones de la fachada sur, las cresterías, el forjado del torreón y varias humedades. Las reformas significan también un primer paso para la transformación del monasterio en hotel. Debido a la falta de vocaciones en el año 2018, las Hermanas de la Tercera Orden de San Francisco o más conocidas como Las Úrsulas, cerraron las puertas del monasterio después de haber pasado cinco siglos en la ciudad de Salamanca.
Tras este hecho, la Fundación Edades del Hombre y la Federación del Sagrado Corazón de Jesús de las Hermanas pobres de Santa Clara (Clarisas) alcanzaron un acuerdo para gestionar los espacios deshabitados de la orden en la demarcación de esta federación, acuerdo por el que el convento de Las Úrsulas se ha visto beneficiado. Hablamos del Proyecto ERA de la Fundación Las Edades del Hombre con el que se pretende encontrar una salida adecuada para aquellos edificios o conjuntos religiosos que actualmente o en el futuro no tengan uso propio. Para ello resulta prioritario el conocimiento, compresión y valoración del edificio, desde los parámetros religiosos, culturales, sociales y económicos. El convento de la Anunciación, conocido popularmente como «las Úrsulas», es uno de los conjuntos religiosos más destacados de la ciudad de Salamanca, y desde el año 1931 es considerado Monumento Histórico Nacional además de Bien de Interés Cultural.
El monasterio fue concebido con una sola nave, sin capillas laterales, y doble coro (alto y bajo) situado a los pies. Éste es el lugar que estaba reservado para la oración de las monjas, mientras que la nave era el lugar destinado a los fieles. Para la segunda función, la funeraria, se reservó la capilla mayor, el lugar más sagrado del edificio. En este espacio está el sepulcro de don Alonso de Fonseca, patriarca de Alejandría y fundador de este convento. Su hijo, Alonso de Fonseca III, encargó su elaboración a Diego de Siloé, cuando desempeñaba el cargo de arzobispo de Toledo. La construcción de la iglesia, en la que pudo participar el maestro Juan de Álava, probablemente comenzó por la cabecera y concluyó en 1529, momento en el que don Alonso de Fonseca III, arzobispo de Toledo, completó el amueblamiento de la misma con la ejecución de un retablo y el sepulcro del patriarca, su padre.
