La provincia de Salamanca esconde rincones dignos de conocer y visitar. En este artículo desvelaremos algunas de las reliquias arquitectónicas de cinco pueblos de la localidad.
La Alberca es el sitio más icónico de la región y se halla en la Sierra de Francia. Los albercanos pueden presumir de vivir en un lugar que pertenece a la Asociación de los pueblos más bonitos de España y que fue el primero en ser declarado Monumento Nacional del Conjunto Histórico Artístico, motivo por el cual, su Plaza Mayor alberga una placa conmemorativa. La Alberca destaca por su característica arquitectura tradicional serrana, que combina la piedra con el entramado de madera. Además, cabe mencionar la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, construida en 1733 y su Oficina de Turismo, que curiosamente, fue la antigua Cárcel Real tiempo atrás.
Otro pueblo que es de pura obligatoriedad incluir, es Candelario, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, y también Conjunto Histórico Artístico desde 1975. Aparte de ser una visita perfecta para practicar el senderismo o la bicicleta de montaña, este lugar es conocido por sus batipuertas, un estilo de media puerta que antecede a la vivienda y cuyo fin era aumentar la seguridad de la misma, las regaderas a lo largo de toda la población y sus fuentes de agua, como la Fuente del Arrabal, la Romana o la Hormiga, entre muchas otras. Candelario también alberga el famoso Museo de las Casas Chacineras, que representa el modo de vida de sus habitantes durante los siglos XIX y XX, y la Ermita del Santísimo Cristo del Refugio, datado en el siglo XV.
En tercer lugar, queremos colocar a Ciudad Rodrigo, Conjunto Histórico Artístico desde 1944. Ningún visitante debería obviar su célebre castillo medieval, construido por Enrique de Trastámara en 1372 y que también ofrece alojamiento. Otro emblema del pueblo es el verraco vetón de granito, del siglo VI a.C., o su muralla en forma de estrella que conserva la Puerta del Conde, la del Sol y la de Amuyuelas. La Catedral de Santa María fue declarada Monumento Nacional en 1889 y atrae a miles de turistas por esconder marcas de balas de cañón en su fachada. Otros rincones de éxito indudable son la Plaza de Herrasti, que conmemora al General Herrasti, héroe de la independencia contra los franceses en 1810 o el Palacio de los Águila, donde durmió la reina de Inglaterra en su paso hacia Portugal en 1692. Por último, Ciudad Rodrigo puede presumir de su Museo del Orinal, el único de España, y el tercero del mundo.
Ledesma, declarado Conjunto Artístico Histórico en 1975 es otro de los protagonistas del artículo. Su castillo es famoso por haber sido levantado bajo el mandato de Fernando II de León en el último tercio del siglo XII y reformado dos centenares de años después por los Condes de Ledesma. Es un lugar perfecto para pasear por la Plaza de la Fortaleza, un espacio datado en el siglo XV y rodeado de jardines, pasos subterráneos, cámaras abovedadas, conductos y polvorines. El pueblo está rodeado por una muralla de tres kilómetros de diámetro donde cabe visitar la Puerta de San Nicolás. También esconde puentes como el Puente Viejo o el Puente Mocho, iglesias como la de Santa Elena, la de San Miguel o la Iglesia de San Pedro y San Fernando y ermitas como la de la Virgen del Carmen o la de Nuestra Señora de la Concepción.
Por último, no podía faltar Mogarraz, el pueblo de las caras. Popularmente es denominado así porque esta localidad está decorada por más de 800 retratos a lo largo de todo el casco histórico. Cuando en España se proclamó como obligatorio que cada habitante poseyera su DNI, un fotógrafo del pueblo captó en imágenes a todos sus residentes. Años después, un artista local, Florencio Maíllo, encontró los negativos y decidió retratar a cada uno de ellos y plasmarlos alrededor de las calles de Mogarraz. Además de ser parte del Conjunto Artístico Histórico desde 1998, también está dentro de la Asociación de los pueblos más bonitos de España. Los visitantes pueden conocer la Ermita del Humilladero y Cruceiro, datada en el siglo XIII, la Torre del Campanario o el famoso Museo Etnográfico o Casa de las Artesanías, que exhibe diferentes trajes bordados, trabajos de cuero o joyas de oro y plata.