Pagar por las colillas, ¿La moda del futuro?

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  • Como parte de la futura “Ley Catalana de Residuos”, se está barajando cada vez más el implemento de un impuesto dirigido a las colillas. Donde según las fuentes, para el 2024 los fumadores catalanes tendrán que pagar hasta 9 euros por paquete.

Es inevitable pensar que la cultura del tabaco, y esos pequeños manierismos asociados a su consumo, conforman una parte intrínseca de nuestra cultura Mediterránea. Con países como Italia, España o Grecia ocupando altos puestos alrededor de Europa en su índice de consumo. Y en el caso, tanto de Grecia como de España, encontrándose por encima de la media europea. El consumo de tabaco ya forma parte de nuestra identidad.

Al fin y al cabo, en España hay miles de situaciones asociadas indirectamente con el tabaco, hábitos que vemos realizar a nuestros familiares y amigos, que lo han convertido en un producto entrelazado con nuestra cultura. Se generan “micro tradiciones”, como el cigarrito con el café, fumar durante las largas sobremesas que tienden a caracterizarnos, o el cigarrillo mañanero. Por no ir más lejos, recordemos que las terrazas antes del COVID eran una zona controlada en su mayoría por los fumadores, que llegaban y de ahí no se movían.

Por ello no es de extrañar, que esta nueva idea del largo de pronunciar, “Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat”, haya causado un gran revuelo no solo entre la gente corriente, sino entre los miembros del gremio de estancos en Cataluña.

Base de la medida

La decisión de crear el impuesto fue impulsada basándose en los datos alarmantes que recibió la Comunidad Autónoma, tras verse informada de que aproximadamente el 70% de las colillas acababan en el mar o en suelo, según Isaac Peraire, director de la Agencia de Residuos de Cataluña.

De este modo, los planes para la creación de un impuesto sobre las colillas se pusieron en marcha; ya que poner más ceniceros en las calles es algo impensable.

Este impuesto de 20 céntimos por colilla generará un cambio drástico en el precio de los paquetes, con una duplicación del precio por paquete. Esto significa que si antes una marca estándar costaba 4.5 euros, para cuando el impuesto pase, el coste será de entre 8.5 y 9 euros.

Eso sí, el monto correspondiente al impuesto se podrá recuperar en su totalidad, si se llevan todas las colillas del paquete a uno de los futuros puntos de reciclaje que se planean colocar por la Comunidad, o en los mismos estancos.

¿Cómo van a distinguir los trabajadores del estanco si las colillas que llevas son de tu paquete?, es un misterio que todavía no se ha resuelto. Lo que está claro es que en el futuro cercano, uno de los complementos indispensables para el fumador moderno podrían ser las bolsitas de colillas; quien sabe, a lo mejor hasta Zara saca una colección.

Adicionalmente, los estancos, en caso de que pase el impuesto, deberán estar equipados para prestar el servicio de almacenamiento de colillas, como muy tarde un año después de la entrada en vigor de la nueva ley de gestión de residuos.

Oposición a la norma

Por suerte para muchos, hay una gran posibilidad de que el impuesto no llegue a pasar, debido a que los parámetros de la medida antitabaco catalana, por el momento, colisionan con la nueva medida estatal que prepara el gobierno sobre la gestión de residuos. Que busca obligar a los fabricantes a hacerse cargo de los residuos de su producto, y no a los consumidores.

Por otro lado, a nivel comunitario, el gremio de estancos catalanes se opuso rotundamente a la idea, puesto que la ley vigente no les permite almacenar productos que desprendan olor y puedan afectar a la conservación del tabaco. Esto convierte en inviable la idea de utilizar los estancos como puntos de recogida. Ahora sí que se puede decir que los encargados de elaborar el impuesto tenían todos los ángulos cubiertos.

Por no hablar del seguro aumento que tendría el contrabando de tabaco, que afectaría a la economía comunitaria, a la efectividad de la medida, y a los dueños de los estancos.

Como conclusión, por el momento los fumadores están a salvo de este impuesto, y la suerte les parece sonreír teniendo en cuenta que, en la actualidad, la medida tiene muy pocas probabilidades de pasar. Pero nunca se sabe cuándo llegará otra que si tenga más opciones de salir adelante.

Autor

Grado de Publicidad y Relaciones Publicas en la Universidad Pontificia de Salamanca.