- El precio del gas se ha multiplicado por ocho desde marzo de 2021
- Los sistemas inteligentes y que respetan el medioambiente se abren paso entre los hogares españoles como una opción viable y económica
Con el cambio de hora del pasado fin de semana millones de hogares españoles se preparan para entrar en uno de los inviernos más inciertos de los últimos años. La guerra de Ucrania ha llevado a las autoridades a crear planes de ahorro para evitar recurrir al racionamiento en el suministro de gas, importado mayormente de Rusia por buena parte de la Unión Europea.
El encarecimiento del gas ha puesto en alerta a miles de hogares que recurren a este sistema en los meses de frío para calentarse, así como a comunidades de vecinos con calefacción central. El gobierno aprobó el pasado 18 de octubre un Plan de Ahorro Energético para rebajar estas facturas, sin embargo muchos españoles ponen ya la mirada en sistemas de climatización alternativos y renovables para no depender de la incertidumbre global en una situación de inflación generalizada.
Conocer las posibilidades disponibles en el mercado es clave para optar por sistemas que supongan un ahorro económico. Housell, proptech de compraventa de inmuebles, enumera los principales sistemas de calefacción alternativos al gas de la mano de Qlip, startup que compara entre las diferentes tarifas de proveedores para facilitar las decisiones a nuevos compradores.
Alternativas al gas para calentar el hogar
- Radiadores y suelos radiantes – este sistema usa una red de tubería plástica bajo el suelo que hace circular agua caliente o fría por toda la superficie. La temperatura para el invierno suele estar entre 30º y 45º, frente a los sistemas tradicionales que necesitan mayores temperaturas de impulsión (superiores a 80º). Por lo tanto, se consigue un importante ahorro y es muy habitual combinarlo con sistemas de generación de calor eficientes como la aerotermia o geotermia.
- Energía eléctrica – muy accesible al necesitar únicamente corriente eléctrica, es una solución de climatización para todo tipo de inmuebles basada en el uso de radiadores eléctricos y otro tipo de aparatos como estufas y calefactores que funcionan conectados. Otra ventaja es que el usuario puede controlar sus horas de uso y graduar la temperatura adecuada para no recaer en excesos de gasto.
- Gasóleo – más habitual en zonas industriales y rurales, su precio suele ser menor que el de los sistemas eléctricos. Sin embargo, el precio del gasoil tampoco es ajeno a las fluctuaciones del mercado. Del mismo modo, y a diferencia de la energía eléctrica, el gasoil se puede comprar en grandes cantidades lo que permite abaratar el coste del producto; siempre que se disponga de un espacio bien amplio y acondicionado para almacenar el hidrocarburo.
El auge de los sistemas de climatización renovables
El encarecimiento de las fuentes de energía tradicional ha precipitado la transición ecológica hacia un modelo sostenible y apoyado en las energías renovables. “Cada vez más personas nos preguntan por viviendas con instalaciones de autoabastecimiento o si disponen de las cualidades para instalarlas en el futuro”, comenta Guillermo Llibre, CEO de Housell. Para Qlip, la llegada de fondos europeos así como subvenciones municipales “han acercado este tipo de sistemas a los hogares, produciendo un abaratamiento que las ha hecho ser una opción cada vez más viable”
Estos sistemas de calefacción sostenibles que podemos encontrar en el mercado:
- Aerotermia – los sistemas de aerotermia usan bombas de calor diseñadas para aportar refrigeración en verano, calefacción en invierno y agua caliente. Su funcionamiento se basa en usar la energía ambiental contenida en la temperatura del aire, incluso en caso de temperaturas frías, para traspasarlas al ambiente del hogar. Esto se consigue mediante el ciclo termodinámico que utiliza un gas refrigerante comprimido a bajísimas temperaturas para extraer calor del aire exterior.
- Geotermia – si la aerotermia se centraba en el ambiente para extraer el calor, la geotermia se apoya en la temperatura del suelo. Mediante los diferentes sistemas de captación se realiza el intercambio de calor con el terreno. La energía geotérmica de muy baja temperatura se regenera constantemente por efecto del sol, la lluvia y el calor interno de la tierra siendo una de las energías renovables más eficientes.
- Biomasa (pellets) – este serrín orgánico y vegetal se puede usar para la calefacción y agua caliente de cualquier vivienda. Para ello se usan estufas o calderas especiales para pellet, una materia prima que no contamina. Desde Qlip señalan que este medio es típico de medios rurales, donde hay más posibilidades de buscar fuentes de energía alternativas por las condiciones de las casas.
- Energía termosolar – el aprovechamiento del sol como fuente de energía está siendo clave en la transición energética. Además de para la generación de energía, si se elige instalar placas termosolares el calor captado es aprovechable para calentar el agua de nuestra instalación de calefacción. Desde Qlip señalan que “una vez se haya amortizado la inversión inicial, el ahorro es muy notable y puede llegar a ser entre un 40 y un 60 % menor la factura frente al gas natural”.
El precio del gas ha pasado de los 17,36 euros el mWh de marzo de 2021 a los 159 euros el mWh el pasado mes de septiembre, un incremento del 700% que no parece cesar. Desde Qlip reconocen que los clientes “valoran más opciones que antes por el aumento de alternativas y por los constantes cambios que ha sufrido el mercado últimamente”. La llegada de sistemas alternativos se ha visto acentuada por el contexto socioeconómico, pero todos los indicadores hacen pensar que han llegado para quedarse.