Lo cierto es que nos hemos tomado con calma analizar el encuentro de Copa del Rey. Lo cierto es que hay todavía mucho que pensar, ver y estudiar. El otro día me decía un amigo muy del Salamanca UDS: “Es que no se puede criticar todo”. Y yo le contestaba: “Es que no se puede disculpar todo”. Ni una cosa, ni la otra. Como diría Aristóteles, la virtud en el término medio. Sin encontrarlo, yo creo que, al final, el Salamanca UDS se movió en hacer cosas muy bien y cosas muy mejorables, pero lo que está claro es que la mayoría de la gente no olvidará el partido ante el Celta, aunque el resultado final y la superioridad del conjunto vigués empañaron al final todo lo que se hubiera podido hacer bien y eso no es para nada justo.
Para mí, el primer y más importante resumen es el siguiente:
“Querido Nacho: Queremos que sepas que el club sigue pensando en ti. Fuiste, eres y serás alguien muy querido tanto dentro como fuera del estadio. Este homenaje es para ti. Porque siempre quisiste lo mejor para el equipo, querías vivir este momento y ahora lo tienes. Estamos seguros de que lo verás desde donde estés. Esta es tu casa y siempre serás parte del Salamanca. Escoge tu sitio y disfruta del partido, te lo mereces. ¡La mejor bandera, tu humildad!”.
Tuve la suerte de conocer a Nacho y compartir con él, pero ni puedo presumir de haber sido su íntimo amigo ni de ser su familia, a pesar del aprecio. Sé lo que yo sentí con esa publicación del Salamanca UDS, así que no me puedo ni imaginar la emoción que habrá sentido su familia. Desde aquí, un especial cariño a su hermana, Marta, y a Palmira. Sólo este detalle de grandeza del club debe opacar cualquier posible defecto, que los hubo, en la organización.
Para mí la Copa del Rey no sólo debe ser siempre una meta, es también un termómetro para el club. No voy a entrar en más análisis. Hicieron cosas bien, pero es un club que, a nivel estructural tiene que seguir creciendo si, verdaderamente, quiere llegar a esas cotas que siempre ha ansiado. Hasta el comienzo del partido, todo mantuvo ese ‘halo’ de grandeza que debe tener un partido como este. Gran ambiente, un estadio de Primera, ilusión desbordada… Vamos, si hubiera habido video marcadores ya habría rozado la perfección, pero no los hubo. Luego la goleada dejó un sabor agridulce en la hinchada. Ahora lo que tienen que hacer es aprender de los errores, mejorarlos y, sobre todo, dejarlo todo para que haya más oportunidades.
Pero este domingo llega lo importante, y lo importante es la Liga. Ya lo decíamos el otro día, que el premio de la Copa no debería distraer al club de lo importante. Me da que, aunque el Pontevedra está en un momento espectacular (no sólo es líder de grupo sino que, además, el otro día eliminaba a todo un Primera en Copa), algo así fue lo que sucedió en Pasarón, que se estaba tan pendiente de la Copa, que, al final, no se le dio la importancia necesaria a la Liga, porque la Liga lo es todo. Es la que marca no sólo el presente, sino, sobre todo, el futuro de cualquier club y de cualquier proyecto. Y en la Liga, el Salamanca UDS se mueve en arenas movedizas, porque está claro que la última buena racha le ha permitido renovar ilusiones, pero el abismo no está muy lejos. Es decir, dos buenos resultados le pueden aupar y hacer soñar con todo, pero dos reveses le hacen meterse en problemas. Aun así, es pronto todavía y queda mucha tela por cortar, pero no estaría de más que el conjunto blanquinegro vuelva a enderezar el rumbo y empiece a darle a su afición una mínima tranquilidad que le permita no zozobrar en la lucha por el objetivo, que se ilusione por el ‘play-off’ y que vaya cada domingo al Helmántico a disfrutar. Que, aun entendiendo que esto es fútbol y que todo puede suceder, haya una línea continua y que esa línea conduzca a la lucha por objetivos ambiciosos y no por un deambular por una categoría que ha costado años y sufrimiento recuperar.
El Fabril, parejo en la tabla con el Salamanca UDS será este domingo, sin duda, una buena piedra de toque para ver el estado anímico y físico del Salamanca UDS y también para examinar a técnicos y jugadores, algunos de ellos señalados tras estas últimas derrotas. Esperemos sean capaces de tapar bocas.
