Desde “El Faro de Alejandría” me he propuesto hace unos meses que teníamos que hacer lo posible para que, de mis reflexiones, escritos, relatos, etc., surgiera una voz positiva para vuestras vidas, en un tiempo esencialmente convulso que estamos viviendo, lleno de inestabilidad e incertidumbre (dos palabras que se han instalado entre nosotros como algo natural, como que debemos beber y comer cada día).
Los que conocen mis escritos y mi trayectoria, también los que han asistido a mis seminarios y demás cursos, saben que me gustan las metáforas, por ello, la pregunta que hoy pongo sobre la mesa de ¿cómo te deprimen las hojas de otoño?, me sirve para lograr justamente el efecto contrario en mis lectoras/es. Al menos es lo que pretendo.
¿Te has puesto a pensar querida amiga/o qué significa haber entrado en la estación de otoño? ¿No me digas que entras en esa categoría en la que habita quizás demasiada gente, que dice que el otoño deprime?
¡Pues te propongo un desafío! Te convenceré de que es una estación ideal para la renovación.
¡Sí …estás leyendo bien! … Renovación, como si fuera también una primavera con otras características físicas (el color de las hojas de los árboles, el color del cielo, o por qué no, el color de nuestra vestimenta).
Pero vayamos a mi propuesta de qué cosas hacer para ayudar a renovarnos
1º) El aire fresco y el sol de otoño nos brindan esa temperatura ideal para hacer senderismo
Y en esta andadura, puedes ir observando los tonos cambiantes en los colores de las hojas, mientras también te animas (te vienen ganas ante tanta belleza natural), de experimentar un nuevo sendero, tratando de llegar a ese sitio en el que no has estado (quizás sí te han hablado de él), desde el cual tienes unas vistas hermosas. Pero te aseguro que lo más simple que te puede ocurrir (nos sucede a todos) es quedarnos en silencio admirando la belleza de la naturaleza, porque simplemente, pasando un momento de tranquilidad en estos escenarios naturales, te lima ese carácter inquieto (te metes una dosis de tila natural), que te dice desde tu interior que no temas, que no se acaba el mundo, que tienes garantizado este espacio de tu tiempo personal para el disfrute, el relax y el descanso. Poder poner la mente en blanco ayuda a esa renovación a la que aludía antes.
Y también aquí aflora otra metáfora: que ese cambio de sendero que has hecho con algunos compañeros/as de travesía, llegando a un lugar desconocido, pero increíblemente bello, te sirva para internalizar que también tú estás en condiciones de buscar un nuevo sendero, lo que a sabiendas que en materia laboral y personal con frecuencia se hace un poco complicado, esto no significa que debas considerarlo imposible.
2º) También puedes planificar una escapada de fin de semana
Para visitar lugares que, o no conoces, o que hace tiempo que no vuelves a ellos. Es una estación maravillosa para planificar, sea en solitario, o con tu pareja, o con amigos, ese disfrute de dos o tres días de otoño que tienen un color y un valor especial.
No estaría demás, que te aseguraras el tipo de vegetación y follaje que tiene la zona elegida, por aquello de que también quieres darte una sorpresa y alegría a tus ojos. El color que entra por el impacto de esa belleza visual que estás admirando, es un gran motivador y te levanta el ánimo, aunque no estés deprimido.
3º) ¿Cuál es tu plan para este otoño?
Puede haberte ocurrido que no has tenido la respuesta adecuada (es lo que tú sientes), cuando alguno de esos planes en los que tenías ilusiones en meses anteriores te han fallado. Pues el otoño es para ti como el fin de año, pero en este caso es cuando sales del verano y arrancas una nueva temporada. Sé que te importa y preocupa que no te hayan salido las cosas como pensabas, pero más allá de esos detalles que los debes dejar para analizar en otra ocasión (ya sucedieron y no puedes cambiar nada), esta nueva temporada otoñal favorece la reflexión y la valoración.
Es el momento de coger fuerzas y ánimo y preguntarte, que en lo que resta de año, justo ahora que estamos en el primer mes de otoño, cuál es el plan que mejor te conviene hasta que brindemos el 31 de diciembre.
Desde ya que cuando llegan las fiestas de fin de año, especialmente los primeros tres o cuatro días de enero, es el momento en el que siempre hacemos un proceso de revisión de lo que queremos hacer, más fácil nos sale cuando pensamos en todo aquello que no hicimos o lo intentamos y quedó a medias, y nos lo hemos prometido para el nuevo año calendario. Pero lo que te digo hoy, es que al ritmo frenético que vivimos, con una aceleración del tiempo que asusta, tampoco es necesario esperar a los Reyes de enero para planificarnos.
Perfectamente la estación de otoño, tanto en cuanto a luz, color y temperatura, nos brinda esa posibilidad de encontrar espacios para la reflexión, y por supuesto, para la re-planificación. Esto es lo importante. Tener la capacidad de volver a intentar algo que no pudimos hacer, o de continuar con aquello que habíamos iniciado antes del verano.
Jim Rohn (1930-2009), que fue un empresario estadounidense y además autor y orador motivacional, que se le ha llamado “el filósofo empresarial”, afirmaba que “las estaciones de la vida de una persona pueden compararse con las estaciones de la naturaleza. Los veranos son de crecimiento y exploración, el otoño es el momento de cosechar, los inviernos de tranquilidad y oscuridad y la primavera de renovación”.
Si bien nuestra vida profesional y personal no necesariamente coincide con el camino de la naturaleza, la metáfora es cierta.
Hemos salido del verano y a veces te haces preguntas tales como ¿realmente he aprovechado mis vacaciones para descansar?, o también, ¿por qué aquellos proyectos personales que tenía para el período estival, finalmente no los he llevado a cabo?
A lo mejor te llevas a este otoño esa sensación de que tu verano no ha sido productivo. Y esto es también parte de lo que te propongo hoy: porque la luz del día se acorta a medida que avanzan los días, pero esto no excluye que te hagas surgir un patrón diferente en tu vida, si es que el cambio de estación, temperatura, color de lo que te rodea, obligaciones del nuevo año laboral que inicias (o de estudio), lo interpretas como tal, como un cambio natural, como evolución y no como pérdida, como nuevas oportunidades y no dejarse vencer por esa oscuridad que nos lleva camino del invierno.
Me encantan las hojas de otoño, pero entiendo totalmente por qué alguien puede deprimirse al verlas
Comprendo perfectamente cuando una persona que está deprimida, al percibir que las hojas están muriendo puede entristecerle aún más. Puede hacerle ver ese panorama al que se enfrenta que te digo que es de renovación, pero ella lo sigue viendo como un horizonte negro.
Es verdad que la pasada primavera y el verano que recién nos deja, nos provoca cierta melancolía, en referencia a esas estaciones de la vida a las que referíamos según el pensamiento de Jim Rohn. Vistas como el crecimiento que representan en nuestra existencia y en la naturaleza, que ya han terminado y que la estación de la oscuridad, también del sueño profundo de muchas especies que van a hibernar, ya está sobre nosotros, es una percepción tremendamente negativa y pesimista.
No puedo negar que es una época que puede resultar más difícil salir de casa, con la lluvia, la nieve y el frío. La calidez del hogar es muy acogedora. Pero si ya tenía alguna razón esa persona para estar deprimida, puede deprimirse aún más si tiene que quedarse dentro y retirarse del mundo.
Aquella expresión que habrás escuchado en más de una ocasión de que “renovarse es vivir”, es porque vivimos cuando sentimos que tenemos un propósito, que estamos satisfechos con lo que somos y lo que hacemos.
Pero también no debes exaltarte ni preocuparte en exceso cuando caes en un bache de cierto nivel de insatisfacción, porque ves que no están saliendo las cosas según lo planificado. Cierto es que las cosas, esas que hablamos en plural, no dependen solo de ti, sino de muchas otras personas y factores que no puedes controlar. Que pueden influir para bien o para mal en tu trabajo. Basta pensar en un mal jefe, o en un compañero de trabajo tóxico, etc. Pero esto son datos de la realidad, hechos que ocurren y que todos en algún momento debemos soportar.
La cuestión es cómo los enfrentas y especialmente, cómo los gestionas. Para enfrentarlos pesa la actitud que demuestras tener. Para gestionarlos, tu capacidad y saber hacer.
En cuanto a la forma en la que actuamos y respondemos, ¿no lo harás con la mirada puesta hacia el suelo, con una comunicación corporal que dice a los cuatro vientos que es de derrota? O no será mejor aceptar la circunstancia adversa, pero con el ánimo de superarla y también cambiarla.
Es ahí en dónde el cambio de estación del año, en este caso el otoño, que justamente es el nuevo ejercicio económico que arranca en la compañía en la que trabajas, tiene que influir positivamente en tu cambio de percepción de ese entorno, renovando tu confianza en ti mismo/a de que eres capaz de dar un giro a tu vida.
Que al igual que habías experimentado un sendero diferente en la aventura senderista del fin de semana compartido con amigos, también tienes senderos posibles que elegir en este momento. Que no es necesario que esperes el fin de año. Que el fin lo puedes poner tú mismo hoy. Que el arranque puede ser que no tengas nada en tu mano (por ejemplo, el trabajo que venías realizando hasta este mismo verano), pero que has tenido la valentía de tomar una decisión y valorarte a ti mismo/a exigiendo otro tipo de relación contractual.
Son infinitas las posibilidades de cambio que la vida te ofrece hoy gracias a las nuevas tecnologías, y hay sobrados ejemplos de personas que dejando su trabajo creyendo que estaban acabadas, se encontraron que al haber creado, por ejemplo un Blog, recondujeron su vida laboral y profesional de manera efectiva y especialmente generándose emociones positivas, que son las que nos dan satisfacciones y una dosis razonable de felicidad. Porque nos damos cuenta que hemos sido capaces de hacer el cambio de estación y de estado de las cosas. Justamente, a esto se le llama crisis, y para saber sobrellevarla tienes que tener un horizonte que estés viendo.
Volvemos a la pregunta si te deprime el color de las hojas de otoño. Y míralo como una interpretación de un ciclo de la vida. Porque mueren para nacer nuevas. Es la naturaleza que se repite año tras año. Por ello, la metáfora, es que para ti este otoño tiene que representar renovación, así no sea tu caso el de tener que cambiar de trabajo. Porque todos debemos renovarnos, comprender el cambio de ciclo estacional, y sentirnos que vamos a la par de la naturaleza, que es sabia, no temiendo a la oscuridad ni al frío, sino buscando aprovechar justamente el clima y los colores sombríos para tener una mejor productividad en nuestra vida laboral, al mismo tiempo, que le demos ese color interior a nuestras emociones, pensando que estamos en la dirección correcta.
Que las decisiones que hemos aplazado, las estamos tomando ahora. Y que, si no podemos llevar a cabo algo hoy o mañana, vale la pena reflexionar por qué no lo hemos hecho, o si en vez de pensar en sentirnos derrotados, lo vemos desde otro ángulo, pensando que es una señal de que sí estamos tomando un nuevo sendero.
Lo mejor que te puede ocurrir en la vida, es que vayas aprendiendo a interpretar las señales que la vida te da. Es mucho más simple de lo que imaginas, pero este es otra historia que te contaré otro día