¡Oh mi querida ría de Aveiro!
Calmada y guardiana de secretos de amor y desamor.
Cepillada por sus coloridas góndolas.
En sus profundidades,
la leyenda melancólica de dos amantes apasionados.
Amantes que fueron condenados a vivir en el abismo.
Cuando por allí navegas,
se escucha un canto de sirena sollozante y desgarrador.
Amarrada con cadenas,
la puedes ver en el Ponte Laços de Amizade.
Los colores de sus escamas ciegan a los caminantes,
que hechizados se deslumbran al observar su cola.
¡Oh mi querida ría de Aveiro!
¿Dónde se encuentra su enamorado?
La ría amablemente responde:
En el Ponte dos Carcavelos.
Ahí asoma un hombre pez,
que nada y nada atravesando aquella inmensa balsa.
Va cargado de conchas,
pero no son conchas.
Son ovos moles, para alimentar a su amada.