Índice de contenido
1. Concéntrate en ti y recuerda que tienes más mundo que esa persona.
Dedícate a tus hobbies, a tu trabajo, al ejercicio, ve con tus amigos, come rico, canta, sal a algún lado, vístete bien, sal a comer y pásalo fenomenal.
Esa persona fue parte de una etapa de tu vida. Déjala ir. Recibe tu nueva etapa y concéntrate en nuevas emociones.
2. No lo persigas
Deja de verlo en redes, de preguntar por él o por ella. No le escribas, no le cantes canciones, no busques encontrártelo ni mucho menos regresar. Cuida tu energía y tu paz mental. Déjalo ir.
3. Desempolva tu agencia
Observa los planes, las metas y las amistades que dejaste a un lado par enfocarte en tu relación. Ahora tienes el tiempo que tanto pedías para cumplir esos objetivos y frecuentar a esas personas.
Vas a encontrar muchos estímulos positivos al hacerlo y te sentirás aliviado porque como ya te lo he dicho: una mente ocupada no extraña a nadie.
4. Cuida tu dignidad
Evita estar siguiendo a esa persona para que te de respuestas y explicaciones. No le mandes mensajes echándole toda la culta y prometiendo que harás todo lo que diga o quiera.
No le mandes notas de voz durante una borrachera.
No le des el gusto de rechazarte otra vez. Deja que se vaya. Con el tiempo, si hiciste las cosas bien, esa persona un día querrá volver a verte, y con todo el placer y a cargo de tu poder, podrás mandarlo directo al infierno.
Guarda este post para leerlo cada vez que lo necesites y ¡compártelo!
