Te perdiste en el camino,
cegado por una pasión fugaz.
Su voz te llamó quebrada,
tu orgullo no quiso escuchar.
Descuidaste su bella sonrisa,
el refugio sincero de su amor.
La tuviste y no la cuidaste,
en silencio vivió su dolor.
No valoraste su ternura,
ni su abrazo, ni su dulce olor.
Callada, con el alma rota,
te susurro su último adiós.
La felicidad tú perdiste,
siendo ella tu gran amor.
Un ciclón totalmente inesperado,
destrozó cruel su corazón.
Sus pasos se alejaban con el tiempo,
sentiste miedo al verla marchar.
Tu angustia te ahogó en silencio,
pero era demasiado tarde ya.
Quizá regrese algún día sombrío,
quizá él no vuelva a verla jamás.
Te perdiste en el camino…
Sin pensar nunca en ella más.