The day of the poppies

- en Firmas
amapolas campo salamanca

Las amapolas de color rojo vibrante palpitaban con cada paso, a través de aquella alfombra verde y densa, cuya larga hierba escondía todos sus rincones.

El camino serpenteante con olor a primavera, conducía a una bucólica campiña en Oxford.

Entre los altísimos tallos ramosos y ásperos, se podía ver el ensortijado cabello rubio triguero de Emily.

Sus carnosos labios junto con los shorts vaqueros, y los grandes ojos azules, eran deslumbrados por el ardiente sol.

Ese escote en forma de corazón, insinuaba unos pequeños pechos sedientos de placer.

Thomas el profesor de Literatura, acariciaba el pecoso rostro dorado con la yema de sus temblorosos dedos llegando hasta su boca.

Emily los saboreaba como un jugoso helado de frambuesa.

Para ella un juego erótico, para él una fantasía hecha realidad.

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