Si me pidieran que definiera la vida, te diría que es un camino, uno en el que sólo se puede ir en una dirección: hacia adelante. Este camino para nada es aburrido. A veces se parece a un sendero, otras más a una autopista, en otras ocasiones tenemos que subir una cuesta empinada, y otras parece que vamos cuesta abajo y sin freno. Incluso a veces, en un cruce de caminos, nos equivocamos y elegimos el que nos aleja de nuestro destino. Y, por cierto, ¿cuál es nuestro destino?
El mío es, como el de muchos, ser feliz. Pero más que un destino, es mi camino. Sí, elijo el camino del bienestar para mi vida. Felicidad y bienestar van de la mano. ¿Cómo podría ser feliz cualquiera si le falla continuamente la salud? ¿O si tu economía es constantemente tu preocupación? ¿O si no te gusta tu trabajo? ¿Y si tus relaciones sociales (familia, amigos) son un desastre? ¿Serías feliz? ¿Se podría decir que disfrutas de bienestar?
La importancia del equilibrio
Si has hecho senderismo alguna vez conoces la importancia del equilibrio. Cuando el camino se estrecha, y tienes que sortear un riachuelo, o saltar desde una altura, es fundamental guardar el equilibrio si no nos queremos caer. Pero ¿y si te caes? Te levantas, te sacudes el polvo y sigues caminando, quizá, un poco más despacio.
Al hablar de bienestar también hablamos de equilibrio. No se trata de no caer enfermos, sino de recuperarnos pronto. No se trata poder comprarlo todo, sino de saber generar los ingresos que necesitas. No se trata de mantener eternamente las relaciones, sino de saber quién sigue formando parte de nuestro camino y quién sólo nos ha ayudado en una etapa. Y así podríamos seguir con todos los factores.
¿Cómo conseguir este equilibrio y convertirlo en bienestar? Para mí han sido fundamentales estas tres cosas:
- Conocimiento.
- Herramientas.
- Acompañamiento.
En mi camino de vida he tenido que adquirir conocimientos, más allá de los académicos. Esos en los que he tenido que desnudarme ante mí misma, sentir quién soy y cómo funciono: qué cosas me afectan, cómo manejar mis emociones, etc.
También he aprendido a manejar mis propias herramientas: he descubierto mis talentos y la forma de usarlos, y mis debilidades, que me indican cuál es el ritmo que le doy a mis pasos. Y he contado con acompañamiento adecuado. A todas las personas que han estado o están en mi vida, gracias por lo que me habéis enseñado. Y a los que de una u otra manera me acompañáis, gracias por estar ahí.
En los últimos años todo este trayecto se ha visto plasmado en mi vida a través de una de las personas más importantes para mí, mi hermano pequeño y creador del Sistema TGC (Te Gusta Cuidarte), en el que he podido ampliar, afianzar y experimentar lo que ya te he contado.
Además, me satisface enormemente formar parte de los mentores de Te Gusta Cuidarte, para acompañar a quien quiera transitar su camino del bienestar. Ofrecemos conocimiento a través de la formación, herramientas con aromaterapia, kinesiología, reiki y otras técnicas y acompañamiento personalizado y adaptado a cada persona.
De esta forma conseguimos que, quien elige el camino de bienestar con Te Gusta Cuidarte, no sólo vea claro su camino, sino que tome las riendas de su propio bienestar. ¿Te vienes conmigo?
Por Beatriz Rodero. Formación química con especialidad en análisis de laboratorio. Aromatóloga y alquimista.