El Faro de Alejandría: ¿Quieres sentir que tienes la máxima confianza en ti mismo? Pues desarrolla la fuerza emocional

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fuerza emocional

Una de las mejores enseñanzas que podrás recibir en la vida, es comprender que no debes temer a hacer preguntas cuando algo desconoces, para encontrar respuestas que te satisfagan. Esto es válido para un estudiante universitario, un empresario muy consolidado o un científico. Da igual su edad, su posición social, la experiencia que tenga en su actividad profesional, porque hay otra gama de preguntas que persiguen comprender otro tipo de conocimientos: ese que es quizás el más intangible, aunque al mismo tiempo, el más importante de todos para que las personas y las sociedades funcionen mejor: nos referimos a saber mucho más de cómo operan nuestros sentimientos y emociones, tanto en ti mismo como en relación con los demás.

¿Podemos vincular la seguridad que tenemos en nosotros mismos con la fuerza emocional?

Desde ya que sí. Es importante aprender a enfrentarnos a los cambios, especialmente aquellos que nos sorprenden (en realidad…los que sorprenden a la sociedad entera), los que nadie espera. Un ejemplo claro de ello, ha sido cómo cada uno de nosotros fue reaccionando y acomodándose a la nueva realidad que entraba en nuestras vidas con el confinamiento por el Covid-19.

Esto no significa que ante la otra fuerza de negatividad que imprimen nuestros sentimientos negativos a nuestro estado de ánimo, tengamos que eliminarlos o no considerarlos para nada. ¡No! Lo que en realidad debemos hacer, es aceptar esa realidad, reconocer cuáles son los sentimientos y emociones negativas, para entonces ponernos manos a la obra y encontrar formas saludables de procesarlos y responder ante ellos.

Y te aseguro, que en el momento que haces un STOP en tu vida, que buscas ese espacio para pensar y reflexionar sobre cómo estás llevando las cosas, sea en el día a día laboral o en tu ámbito personal, es un buen comienzo para poder generar ese motor de fuerza emocional.

Si aún no eres lector/a de “El Faro de Alejandría” de NOTICIAS SALAMANCA, te sugiero que leas algunos artículos que ya hemos escrito sobre la materia de los cuales te paso los enlaces:

– Cómo desarrollar habilidades de gestión emocional https://noticiassalamanca.com/sociedad/como-desarrollar-habilidades-de-gestion-emocional/

El análisis sobre el test de inteligencia emocional Partes VI, V, IV, III, II y la I, además de “Cómo sacar partido a un test de inteligencia emocional”

https://noticiassalamanca.com/empresas/el-analisis-sobre-el-test-de-inteligencia-emocional-parte-vi/

https://noticiassalamanca.com/sociedad/el-analisis-sobre-el-test-de-inteligencia-emocional-parte-v/

https://noticiassalamanca.com/sociedad/el-analisis-sobre-el-test-de-inteligencia-emocional-parte-iv/

https://noticiassalamanca.com/sociedad/el-analisis-sobre-el-test-de-inteligencia-emocional-parte-iii/

https://noticiassalamanca.com/sociedad/el-analisis-sobre-el-test-de-inteligencia-emocional-parte-ii/

https://noticiassalamanca.com/sociedad/el-analisis-sobre-el-test-de-inteligencia-emocional/

https://noticiassalamanca.com/empresas/como-sacar-partido-a-un-test-de-inteligencia-emocional/

Uno de los objetivos más importante de las personas debe ser mantener su bienestar personal

Amy Lombardo es una acreditada entrenadora personal y autoridad en materia de Life Coaching, y lo dice con una claridad meridiana:

«La fortaleza emocional permite a las personas mantener su bienestar y adaptarse a los inevitables altibajos de la vida».

Pero además agrega que «Cuando somos más capaces de gestionar nuestros pensamientos y reacciones, a menudo sentimos una mayor sensación de confianza en nosotros mismos y también un mayor sentido de autoestima».

Siempre es bueno empezar por el principio: ¿Qué es la fuerza emocional?

Aquí debes vincular la capacidad que tienes para enfrentarte a las diferentes situaciones que se van presentando en el día a día y a lo largo de tu vida. Hablamos de emociones y circunstancias que con frecuencia nos son adversas, a veces desafiantes, que en la medida que sepas gestionar más o menos bien tus emociones, verás cómo también estarás gestionando los niveles de estrés que inevitablemente surgen cuando se nos ponen obstáculos delante, o simplemente, porque este mes en concreto te has visto desbordado por una carga de trabajo, o porque has tenido un problema familiar que aún no has podido resolver.

Cuando los contratiempos que nos van surgiendo los podemos ir gestionando de manera más o menos efectiva, porque has demostrado tener esa capacidad para hacerlo, esto es sencillamente fortaleza emocional. Estar ahí para aguantar el tipo. No derrumbarse. No huir del problema a la primera.

Lombardo lo define como que “Es en parte determinación, en parte autorreflexión y en parte cambiar tu perspectiva, pero nunca se desvía hacia una positividad tóxica”. Alejarnos lo más posible de la negatividad depende muchísimo de nuestra determinación (esa fortaleza de carácter) que es la que nutre nuestra fuerza mental y también, nuestra estabilidad emocional.

¡No se trata de mostrarte incólume y que no te derrumbas nunca!

¡No! No vayas por este camino que estarás equivocando el rumbo. No es cuestión de que tengas que mantener eso que llamamos “la compostura”, o que tengas que hacer un esfuerzo sobrehumano (eso que también decimos “aguantar estoicamente”), y evitar mostrar tus sentimientos (sacar a luz tus emociones).

Lo que sí se necesita ante lo negativo cuando nos afloran las emociones, es tener esa determinación (la fuerza de la que estamos hablando) para regular tus sentimientos. Porque otro de los errores habituales que cometen las personas es que quieren buscar la felicidad y el sentirse bien todo el tiempo. Craso error.

Lo que sí tienes que hacer es entrenarte para superar sentimientos incómodos, como la ansiedad y la tristeza, y con esa fuerza emocional que buscamos en nuestro interior frente a la adversidad, sabrás entonces cuándo y por qué vas a cambiar tu estado emocional.

Y te aseguro que cuando la ansiedad nos supera, y ves que hay un preciso instante en ese día que llevas tan complicado, que ya crees que no vas a poder superar y menos gestionar toda lo negativo, tienes que aprender a utilizar herramientas (son estrategias) que te serán de gran utilidad para que te calmes, que entres en una fase de sosiego, de reflexión, de un poco de paz espiritual. Ni el más bravo de los guerreros de la antigüedad podía mantener su nivel de lucha y bravura todo el tiempo. Por tanto, no te hagas ni el héroe ni te deprimas porque crees que no estás a la altura de la solución del problema al que te enfrentas.

No tires los problemas por la ventana

También la fortaleza emocional te permite tener la capacidad de tolerar emociones difíciles, pero con una característica: no abras las ventanas para deshacerte de ellas, para eliminarlas de cuajo. Por contrario, lo que haces gracias a tu fuerza emocional, es comprenderlas, en cierto sentido abrazarlas para ver cómo vas a proceder, en vez de solo reprimirlas. La represión o el diferimiento de un problema es pasar a un estadio futuro el mismo problema y por lo general aumentado.

Si crees que te da un respiro no asumir hoy mismo ese problema, te está distrayendo de lo que es ese camino que debes escoger. Me parece que entenderás con esta afirmación lo que te estoy transmitiendo: cualquier sentimiento que te sea doloroso no lo vas a soslayar, menos distraer, con la ignorancia hacia el mismo.

Cómo la fuerza emocional ayuda a manejar los sentimientos

Si cosificas los sentimientos (aislarlos para reconocerlos) en sí mismos, verás que no son inherentemente buenos o malos. Ahora bien, tu fortaleza emocional puede ayudarte a decidir si tus sentimientos te ayudan o te hacen daño en situaciones específicas. Se puede convertir en un arma de doble filo, ya que si bien un sentimiento, como es por ejemplo “estar ansioso”, tanto te puede ayudar o por contario condenar. Me explico: si la ansiedad ante un momento muy comprometido, por ejemplo, en tu vida profesional, te hace estar doblemente atento, en cierto sentido te está manteniendo a salvo. Te mantiene firme y determinado a solventar el problema.

¡Pero cuidado! Si por contrario, te invade la tristeza porque estás aún, sintiendo ese dolor del ser querido que ya no está contigo, por más que es la reacción natural por la que a nuestra manera estamos haciendo honor a ese familiar perdido, también se puede convertir en una losa sobre tu cabeza, hundiéndote el ánimo y no dándote ganas ni de levantarte por las mañanas.

La principal conclusión que tienes que sacar hasta aquí, es que no te obsesiones por si tus emociones son positivas o negativas. Porque lo que de verdad debe importarte es saber reconocer cuando es de uno u otro signo. Y esto es parte de la fortaleza emocional, lo que te habilitará entonces a decidir cómo seguir adelante. Cómo retomar el camino y la buena dirección.

¿En qué se diferencia la fuerza emocional de la inteligencia emocional?

Lo que habrás escuchado, seguramente en más de una ocasión, es la expresión “esta persona demuestra con el problema familiar que está atravesando, tener una gran fortaleza mental”. En realidad, esta fuerza mental es el equivalente a lo que tratamos hoy: la fuerza emocional. Además, comparte algunas características con conceptos relacionados como inteligencia emocional y resiliencia, pero no son exactamente iguales.

Ya sabes que la IE está orientada tanto a gestionar mejor nuestras emociones, y muy especialmente a saber cómo se sienten y se comunican otras personas, basándose en su conocimiento del estado emocional de ellas y las otras. En cambio, la fuerza emocional es nuestra actitud de respuesta frente a un problema o también frente a un reto, pero es más personal, ya que implica cambiar los pensamientos que no son útiles y tomar medidas productivas.

Si hay un factor o factores que sean motivadores, sin duda son las emociones

¿Qué es lo que te mueve en realidad cuando llevas adelante una acción determinada? ¡Piénsalo! No puedes dudar en la respuesta: una emoción. Veamos el caso de que tomas la decisión de volver a entrenarte y hacerte esos ocho o diez kilómetros diarios que venías haciendo todos los días, o tres veces por semana, pero debido a que lo has dejado durante un mes por problemas musculares, ahora que estás en plena recuperación, que te sientes con fuerza, vas poco a poco recuperando la forma.

Sin duda, tu motivación (el motor que te empuja) es la emoción de volver a sentirte como estabas antes. Este sí que es un sentimiento poderoso. Querer volver a sentir ese bienestar físico y mental que tenías antes de que tuvieras el problema por el cual te viste obligado a dejar de practicar tu deporte favorito. Ese hermoso sentimiento de percibir en cada centímetro cuadrado de tu piel ese bienestar, ese sentirse bien, porque además vuelves a hacer lo que te gusta.

Que no te encuentras bien cuando por trabajo o un viaje, has dejado una semana de practicar tu deporte favorito, es algo que debes asumir con naturalidad y no darle más importancia. Porque peor aún es, cuando te has visto forzado a dejarlo un mes por una lesión muscular seria en una pierna.

Sin duda, este motor de las emociones puede llevarnos en cualquier dirección, incluida la equivocada. De ahí la importancia que tiene tanto la fortaleza emocional como logar mantener una estabilidad emocional. La primera, la fuerza, está directamente vinculada a nuestra determinación (ese carácter que le imprimimos a las cosas). Ese “yo puedo hacerlo”. La estabilidad, es logar mantener una armonía razonable, que implica un balance positivo hacia el ámbito de los sentimientos y emociones positivas, frente a las negativas.

Es por eso que la fortaleza y la estabilidad emocional son clave para el éxito y la felicidad en general. La capacidad de superar obstáculos desafiantes convirtiéndolos en una oportunidad de crecimiento y desarrollo, caracteriza a un ser mentalmente fuerte.

Autoconciencia:

¡No te confundas! Si crees que por casualidad tienes mucha autonomía en cómo quieres reaccionar ante una emoción, lo que primero debes cuidar es ser consciente de que incluso la tienes. Con frecuencia nos confundimos, creyendo que tenemos esa autoconciencia. Claro está que es más fácil decirlo (o decírnoslo a nosotros mismos) que en realidad hacerlo.

¿Y a qué se debe esta actitud? A que nuestra educación de base nos ha formado de manera tal que tenemos una tendencia natural a reprimir o ignorar nuestros sentimientos.

En cambio, si nos tomamos el tiempo para reconocer lo que estamos experimentando, empezar a ser realmente conscientes de nuestro estado emocional en ese preciso momento, es el punto de inicio a que podemos comenzar a desarrollar una comprensión más profunda de nosotros mismos y de nuestro paisaje emocional para desarrollar una mayor fortaleza emocional.

Cosas que debes saber

– Si te has convertido en una persona que carece de conciencia de sí misma, tendrás el hándicap de no comprender tus propios pensamientos y sentimientos, y no menos importante, tampoco de qué manera lo perciben otras personas.

– Si te falta conciencia de ti mismo, tampoco es el fin del mundo y lo que debes hacer es esforzarte por mejorarla, para lo cual puedes recurrir también a utilizar algunas herramientas. Desde algo tan simple como escribir un diario, pasando por prestar atención plena, hasta pedirle a amigos y familiares de confianza que te den su opinión sobre cómo te ven los demás.

Regulación emocional

Atiende bien una cosa: no hagas lo de siempre, que es reaccionar impulsivamente a la primera. Cambia el ángulo de miras de tu propia vida, reconociendo y gestionando tus emociones para poder comunicarte de una manera más serena y empática, lo cual es mostrar compasión, sensibilidad y flexibilidad.

– En lugar de reaccionar instantáneamente ante desencadenantes inesperados, las personas con fortaleza emocional se toman un momento, escuchan activamente y consideran su perspectiva antes de responder.

Asumir los problemas de frente

Cuando evitas de cualquier forma tener emociones incómodas, éstas terminan siendo la raíz de muchos de los problemas que a todos se nos presentan en la vida. Crees que puedes reducir la ansiedad inicialmente, aunque solo asumiéndolos de frente es lo que te va a curar la ansiedad a medio y largo plazo.

La manera de enfrentarte de ahora en más, incluso, a tus mayores miedos, es gracias a tu fortaleza emocional, que te va a ayudar porque te otorga más confianza en ti mismo y de manera saludable.

 

 

Autor

Vicepresidente del FORO Ecofin y director de www.ecofin.es , CEO de www.demuestra.com, Presidente del Instituto Ecofin de Liderazgo, coordinador académico de la Red e Latam del grupo Media-TICS. Puedes enviarme comentarios y consultas a jzunni@telefonica.net